Se acerca el verano y las vacaciones, tiempo para relajarse y desconectar de la rutina. Sin embargo, estos mismos cambios en la rutina hacen que nuestra dieta varíe y se puedan cometer ciertos excesos y desequilibrios.

Por eso es importante mantener una alimentación adaptada a la época del año en la que nos encontremos y así cuidar nuestro organismo.

 

Mantén una buena alimentación para un verano saludable

Cuando es verano nuestro cuerpo consume menos calorías por lo cual debemos adaptar nuestra dieta a un menor consumo de energía e incluir en ella alimentos que aporten una gran cantidad de vitaminas, minerales, antioxidantes y agua que ayuden a reducir la temperatura corporal.

1. Come más verduras y frutas

No hay nada mejor para hacer frente al calor que comer frutas como la sandía y el melón, que nos aportan agua y vitaminas, y verduras para aumentar el aporte de fibra. El gazpacho, el salmorejo y la ensalada son las mejores formas de consumir los nutrientes que necesitamos y, además, al ser platos fríos facilitan la digestión frente a las altas temperaturas.

Recuerda que la cantidad recomendada es de 5 raciones de frutas y verduras al día. En tu ensalada puedes incluir frutas como el mango, la naranja o las fresas, que además de añadir color y sabor, el aporte de vitaminas será mayor.

2.  Espacia las comidas

Los viajes, el cambio de la rutina, el calor son factores que influyen en nuestro horario de comidas, haciendo que almorcemos o cenemos más tarde.

Lo ideal es realizar cinco comidas al día y que sean ligeras, procurando que sea siempre a la misma hora. Además, hay que procurar que haya pasado entre 2 y 3 horas entre una comida y la siguiente, porque al estar picoteando todo el rato, con cada ingesta el cuerpo pone en marcha los procesos relacionados con la digestión y sentiremos la necesidad de comer constantemente.

3. Bebe agua

Con el calor es fundamental que nos mantengamos hidratados, por lo que es recomendable tener una botella de agua siempre a mano. Además de hidratar, el agua elimina las toxinas, estimula y facilita la digestión.

La cantidad recomendada es de 2 litros de agua diarios, especialmente si hacemos deporte, ya que nos deshidratamos más rápido. No esperes a tener sed para tomar agua, sobre todo en las horas de más calor.

4. Elimina el azúcar de tu dieta

En verano aumenta el consumo de refrescos y bebidas azucaradas, pero solo nos aportan calorías vacías, por lo que es recomendable optar por beber agua, café con hielo, infusiones frías o zumos naturales. Los alimentos ultraprocesados y con azúcares añadidos son bastante dañinos para el sistema digestivo, especialmente cuando se realiza la digestión.

El helado es el producto estrella del verano, pero aconsejamos que solo lo tomes de vez en cuando. Como alternativas más saludables encontramos la fruta, los sorbetes, los polos a base de fruta y el yogur.

5. No te saltes las comidas

Recuerda que todas las comidas son importantes ya que aportan energía al organismo para su correcto funcionamiento. Al saltarnos una comida, nuestro cuerpo recibe la señal de alarma por no haber ingresado suficiente energía y hace que el metabolismo trabaje más lento.

Además, el organismo produce más insulina, provocando una mayor cantidad de alimentos, haciendo que el hambre sea mayor por lo que comemos en exceso para compensar. Es preferible comer platos ligeros a saltarse una comida y devorar en la siguiente.

 

Siluete te ayuda a no picar entre horas y mantener una buena alimentación en verano

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