Los sentidos tienen mucha influencia en la manera en la que nos enfrentamos a la comida. La vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto ayudan a detectar los sabores, los aromas y las texturas de los alimentos, lo que influye en la percepción del sabor y nuestra sensación de saciedad. Ten en cuenta que los cinco sentidos son interdependientes y trabajan juntos para proporcionar una experiencia alimentaria completa.

Conoce la importancia de cada uno de los sentidos en nuestra alimentación

A continuación, te presentamos en detalle cómo afectan cada uno de lo sentidos a nuestra percepción de los alimentos y las comidas. Ten en cuenta, que estas sensaciones pueden variar en cada personas, pero es posible que te sientas identificado con muchas de ellas.

1. El gusto

Este sentido es el más determinante de todos. Mediante el gusto se perciben y se distinguen los sabores. Nos permite, en general, disfrutar de la comida. Sin embargo, si un sabor no nos gusta, puede convertirse en un martirio estar obligado a comerlo.

Se trata del sentido más importante, pero nunca actúa solo. Por ejemplo, combinado con el tacto y el olor, nos permite saber si un alimento nos resulta familiar o completamente nuevo.

2.La vista

La comida nos entra por los ojos. Es el primer sentido que se activa al ver un alimento. La presentación de un plato puede influir en nuestras ganas de comerlo y en nuestra experiencia alimentaria en general. Cuántas veces ocurre que sabemos que un plato va a estar muy bueno pero su apariencia no ayuda en absoluto. Los alimentos con colores vibrantes y atractivos siempre tienen un plus para nosotros.

3.El olfato

El olfato es tan importante en nuestra alimentación que incluso nos hace viajar o evocar momentos especiales. Los olores de una cocina o plato pueden hacernos recordar una receta de nuestros seres queridos y ser siempre motivo de sonrisa.

Este sentido es importante porque ayuda a preparar nuestro estómago y los jugos gástricos que después participan en la digestión de los alimentos. Además, puede ser un claro indicador del mal estado de un alimento.

4.El tacto

Las texturas de la alimentación se perciben fundamentalmente por la boca, donde además del tacto de los alimentos, detectamos su temperatura. Sin embargo, el tacto, aplicado a través de las manos también influye en nuestro gusto o disgusto por determinados productos. Los alimentos con percepciones más suaves y cremosas suelen llamar más la atención.

5.El oído

Aunque pueda parecer que este sentido no influye directamente en nuestra alimentación, tiene mucha más influencia de lo que creemos. Cuando escuchamos a alguien hablar de comida, el resto de los sentidos se nos despiertan. Otro ejemplo: si escuchamos a alguien comiendo algo que cruja puede que eso nos anime o no a querer comerlo.

Siluete estimula los sentidos del gusto, olfato y tacto y te ayuda a no picar entre horas

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